Curso Nuevas Masculinidades

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Las masculinidades sanas o nuevas masculinidades, buscan romper con las desigualdades que han existido por años entre hombres y mujeres al igual que con la violencia. Detener la espiral de violencia que las mujeres sufren a mano de sus parejas hombres y del mismo sistema es fundamental ya que las posiciona como inferiores, haciendo desigual la participación en la sociedad en cuanto a la toma de decisiones y posiciones de poder, abonando así en la reproducción del machismo, considerando a las mujeres incapaces de ejercer o desempeñarse en diferentes roles como en ámbitos profesionales y sociales. Los hombres deben ser parte de la alternativa y solución a este problema, debido a que son parte de este. 


Es de vital importancia que los temas de género incluyan un acápite en profundidad para la desconstrucción del machismo, hacia una nueva masculinidad que aporte al bien común de hombres y mujeres creando relaciones sanas.  
El tema ‘‘está bien no estar bien’’ aborda no solo la afectación del machismo hacia las mujeres, sino también a los hombres a consecuencia del modelo en el que se cree que los hombres no son frágiles, no lloran, no se sienten mal y que siempre deben de estar bien ante cualquier adversidad, coaptándoles de su versión humana y subjetiva de lo que realmente se es y se quiere ser en la vida.  


Según un estudio de Amnistía Internacional (2021) de Mireya Cidón nos dice que ‘‘la nueva masculinidad permite una forma más sana e igualitaria de relacionarte con las mujeres, y también con los hombres’’ ya que esta problemática nos afecta a todas las personas.

Por otro parte el Profesor José Ignacio Pichardo titular del departamento de antropología social y psicosocial de la Universidad Complutense de Madrid, nos profundiza lo que implican las nuevas masculinidades diciendo ‘‘lo que es ser hombre y lo que es mujer se construye culturalmente, no hace falta remontarse muy atrás para darse cuenta de que no es lo mismo ser hombre en el siglo XXI que hace 50 años. En este tiempo hemos experimentado cambios importantes en la masculinidad que muestran que la transformación es posible’’.  

La nueva masculinidad busca el deseo de crear y vivir en una sociedad igualitaria, pensar qué otras formas de ser hombre son necesarias y para ello hay que cambiar elementos de masculinidad tradicional.

Para promover y alcanzar estas metas e impulsar con mayor confianza la búsqueda de esta masculinidad, una opción de apoyo pueden ser los modelos mediáticos y ejemplos de personas que tengan una gran influencia en la sociedad que aboguen por una masculinidad valorada y respetada, pero lamentablemente los medios y diversos espacios relacionados como películas, series entre otros, siguen reproduciendo y posicionando el modelo tradicional, por ende, es lo que actualmente la sociedad reproduce y normaliza como algo bueno.

Por otro lado, el problema es aún mayor cuando hay generaciones familiares donde se ve la violencia como una respuesta natural ante las eventualidades de la vida, formando en potencia un hombre con una masculinidad tradicional, así lo menciona la Teoría de Volkan (2018) ‘‘cuando las sociedades han experimentado conflictos muy violentos, las generaciones que van surgiendo dentro en este conflicto van siendo socializados con la ideología del conflicto’’ ejemplo: generaciones que han sido afectadas en épocas de guerra tienden a tener actitudes machistas más arraigadas y mantienen esa postura como que el hombre debe de ser así. También menciona que la socialización del individuo y como se inserta en esas narrativas, los traumas vividos, pérdidas y violencia, hacen que el conflicto se perpetue donde los hijos se socializan dentro del mismo.

La nueva masculinidad busca  posicionar a hombres y mujeres en el mismo plano horizontal; pues esta se define a toda teoría y posibilidad de ejercer la masculinidad desde una alternativa diferente a lo que tradicionalmente se conoce. Ver más allá de las imposiciones hegemónicas que busquen como cada persona quiere ser en realidad. Ejemplo de ello puede ser: Romper con el mito del hombre violento; esta se refiere a que se cree que el hombre siempre debe ser fuerte y violento, protector de sí mismo y de los demás, basándose en la agresión y el dominio como el único recurso para afrontar cualquier situación.

El modelo tradicional hace creer que existe una rivalidad y competencia constante con otros hombres, de sobresalir y probar quién es el mejor. Sin embargo, la nueva masculinidad busca que cada persona pueda demostrar sin miedo sus debilidades y aprovechar el talento de los demás para trabajar en equipo sin necesidad de caer en la confrontación, y así evitar el acoso y abuso sexual que sufren las mujeres.

Según datos de ONU Mujeres se calcula en todo el mundo 736 millones de mujeres de las cuales casi una de cada tres han sido víctimas de violencia física o sexual por parte de su pareja al menos una vez en la vida (30% de ellas son de 15 años o más).

Según datos de la Organización Panamericana de la Salud (2020), el 79% de casos de suicidio son hombres, resaltando que las construcciones tradicionales de la masculinidad representan un factor de riesgo clave para la vulnerabilidad de los hombres, promoviendo comportamientos mal adaptados como falta de expresividad emocional, resistencia a buscar ayuda o el abuso del alcohol.

Es por ello, el tema de nueva masculinidad es de suma importancia no solo para romper con las desigualdades y promover el respeto hacia la mujer, sino para salvaguardar la vida e integridad de los hombres. Siendo parte del cambio y la promoción de una sociedad libre de violencia.

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